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Los Cuenteros (contando cuentos desde 2004)

Quitar una piruleta a un niño

Quitar una piruleta a un niño El otro día le quité una piruleta a un niño,
por la espalda, que parecía más fácil que quitarle la piruleta a un niño de frente.

¡Pues no la soltó el enano!,
cuando levanté el brazo llevaba un niño a una piruleta pegado.
Así que tuve que balancearlo hacia los lados y estamparle contra una farola hasta que cayó desmayado
y ya pude comerme la dichosa piruleta.

Y luego claro, para que no se lo contase a su papi,
que de papi nada, que era todo un padrazo (1,90, por lo menos),
pues le compré una piruleta nueva
y el nano tan contento.

Pero al ver la nueva piruleta me entraron ganas de quitársela.
"Debe ser tan fácil como quitarle una piruleta a un niño"- me dije.
Y otra vez a empezar...

Repetí la operación varias veces,
hasta que me quedé sin centímos para comprar más piruletas
y, cuando el enano comenzó a llorar y patalear y su padrazo se dio la vuelta,
hice lo propio, le dije: "Ha sido ése", se ha marchado por ahí".

Cuando el padrazo demostró que su cerebro no era proporcional a su tamaño y dobló la esquina dispuesto a pillar a un hombre inexistente,
le di al niño una galleta, por llorón.

Y cuando me fui, el niño no dejó de llorar para despedirse de mí, ¡qué maleducado! ¡qué antisociales que son estos niños!

3 comentarios

carmen -

!Pero no seas cruel! Pobre niño... en la infancia esos robos impactan. No lo hagas más, eh!
Jajaja.
Saludos cordiales. Carmen.

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perseida -

¿¿Estáis de vacaciones chicos????
Saludosssssss.

Rafa -

Jaja, como era... ¿cómicoextrañismo? Le viene muy bien el nombre :) Por cierto que hay que ver lo pegajosos que son los niños de hoy en día... saludos!!