El otro día
Pakito: El otro día...
Cerro: ¿El otro qué?
Pakito: Día. El otro día.
Cerro: ¿Día? ¿Qué es eso?
Pakito: Pues un día... es un día.
Cerro: ¿Es una tienda?
Pakito: No, no, es una unidad de tiempo.
Cerro: ¿Como un segundo, algo así?
Pakito: Bueno, algo así, pero mucho más grande.
Cerro: Ah...
Pakito: Un día viene a ser un puñado de segundos.
Cerro: ¿Tanto?
Pakito: Sí, sí...
Cerro: Ah, vale... Pero me parece mucho...
Pakito: Sí, es que un día es una unidad de tiempo grandota grandota.
Cerro: Colosal, diría yo.
Pakito: Dirías bien. Bueno, pues el otro día vi a un niño...
Cerro: ¿Un niño?
Pakito: Sí, un niño. ¿No sabes lo que es un niño?
Cerro: Pues no.
Pakito: Es como una persona...
Cerro: ¡Ah! ¡Ya sé! Por ejemplo... James Dean.
Pakito: No, hombre no, es como una persona, pero en pequeñito...
Cerro: ¿Una persona en miniatura? Qué raro, y para qué sirve eso.
Pakito: Pues no sé, supongo que para economizar.
Cerro: ¿Para economizar?
Pakito: Claro, consume menos...
Cerro: ¡Ah! Vale...
Pakito: Bueno, pues el otro día iba por la calle, cuando vi a un niño...
Cerro: ¿Qué?
Pakito: Un niño...
Cerro: No... lo otro, que ibas ¿por la qué?
Pakito: Por la calle.
Cerro: ¿Calle?
Pakito: Sí, calle.
Cerro: ¿Y eso qué es?
Pakito: Hombre, pues cuando estás en un pueblo o en una ciudad, y no estás en un edificio, estás en la calle.
Cerro: ¡Ah, claro! Entonces estabas en un parque.
Pakito: No, no. Estaba en la calle, ya sabes, esa cosa que hay entre los edificios.
Cerro: ¡Ah, tú quieres decir la cosa esa negra que pisan los coches!
Pakito: No, bueno, eso también es calle, pero yo iba por la cosa gris que bordea a la cosa negra que pisan los coches.
Cerro: Ah...
Pakito: Pues sí, iba por la cosa gris porque no quiero que me pisen los coches a mí.
Cerro: ¡Lógico!
Pakito: Sobre todo, porque hay muchos asesinos.
Cerro: ¡Uy, sí!
Pakito: Y si te atropellan, no sólo te matan, sino que encima les sale barato matarte.
Cerro: ¡Claro! No gastan ni una bala ni nada.
Pakito: Por eso. No conviene ponerlo fácil.
Cerro: Claro, claro.
Pakito: Bueno, pues voy yo por la calle, y me encuentro a un niño, y resulta que era el hijo de...
Cerro: ¿Hijo?
Pakito: Sí, digo que era el hijo de...
Cerro: Pero qué es un hijo.
Pakito: Hombre, un hijo es un tipo de niño.
Cerro: Ah...
Pakito: Es un niño al que uno tiene que cambiar los pañales, educar, y dar una sólida formación para que sea un hombre de provecho el día de mañana. Claro está, sólo si uno es su padre.
Cerro: Ah, pues haberlo dicho antes...
Pakito: Bueno, el caso es que un hijo es uno de esos niños que vienen de París...
Cerro: ¿De París?
Pakito: Sí, claro, le trae la cigüeña.
Cerro: Anda, qué maja. ¿Y le trae de París?
Pakito: Eso es.
Cerro: Entonces es un niño francés.
Pakito: Claro.
Cerro: O sea, un tipo pequeñito, y francés.
Pakito: Eso mismo.
Cerro: ¡Qué cosas!
Pakito: Bueno, el caso es que iba yo andando por la calle, y me encontré a un niño, que resulta que era el hijo de... ¡Bueno! Qué más da de quién fuera hijo.
Cerro: Eso digo yo.
Pakito: El caso es que le di una bofetada.
Cerro: Bien hecho. Por niño.
Pakito: Por niño.
Cerro: Por pequeñito.
Pakito: Eso, por pequeñito. Y si hubiera visto a su padre, el alcalde, a él también le hubiera caído una bofetada.
Cerro: ¡Eso! ¡Por alcalde!
Pakito: ¡Eso!
(Pausa)
Cerro: Jo, pues si te contara yo lo que me pasó el otro día...
Pakito: ¿Día?
Cerro: Sí, hombre, día, recuerda, la unidad de tiempo...
Pakito: ¡Ah, claro! Algo así como un siglo, ¿no?
Cerro: Sí, pero mucho más pequeño.
Pakito: Ah...
Cerro: Un siglo viene a ser un buen puñado de días...
Pakito: Ah, pues qué pequeñitos los días... vaya mierdecilla de unidad de tiempo.
Cerro: Sí, ya te digo: una caquita.
Pakito: Un truñín de tiempo.
Cerro: Eso. Bueno, el caso es que, como te decía, estaba yo comprando en el Día, cuando me encontré al alcalde, que me preguntó si había visto a su hijo.
Pakito: ¡Ah! ¿Y qué le dijiste?
Cerro: Le dije: Yo no, pero Pakito sí.
Pakito: Sorprendente.
Cerro: Sí. La vida te da sorpresas.
Pakito: Sorpresas te da la vida.
Cerro: ¡Ay Dios!
Cerro: ¿El otro qué?
Pakito: Día. El otro día.
Cerro: ¿Día? ¿Qué es eso?
Pakito: Pues un día... es un día.
Cerro: ¿Es una tienda?
Pakito: No, no, es una unidad de tiempo.
Cerro: ¿Como un segundo, algo así?
Pakito: Bueno, algo así, pero mucho más grande.
Cerro: Ah...
Pakito: Un día viene a ser un puñado de segundos.
Cerro: ¿Tanto?
Pakito: Sí, sí...
Cerro: Ah, vale... Pero me parece mucho...
Pakito: Sí, es que un día es una unidad de tiempo grandota grandota.
Cerro: Colosal, diría yo.
Pakito: Dirías bien. Bueno, pues el otro día vi a un niño...
Cerro: ¿Un niño?
Pakito: Sí, un niño. ¿No sabes lo que es un niño?
Cerro: Pues no.
Pakito: Es como una persona...
Cerro: ¡Ah! ¡Ya sé! Por ejemplo... James Dean.
Pakito: No, hombre no, es como una persona, pero en pequeñito...
Cerro: ¿Una persona en miniatura? Qué raro, y para qué sirve eso.
Pakito: Pues no sé, supongo que para economizar.
Cerro: ¿Para economizar?
Pakito: Claro, consume menos...
Cerro: ¡Ah! Vale...
Pakito: Bueno, pues el otro día iba por la calle, cuando vi a un niño...
Cerro: ¿Qué?
Pakito: Un niño...
Cerro: No... lo otro, que ibas ¿por la qué?
Pakito: Por la calle.
Cerro: ¿Calle?
Pakito: Sí, calle.
Cerro: ¿Y eso qué es?
Pakito: Hombre, pues cuando estás en un pueblo o en una ciudad, y no estás en un edificio, estás en la calle.
Cerro: ¡Ah, claro! Entonces estabas en un parque.
Pakito: No, no. Estaba en la calle, ya sabes, esa cosa que hay entre los edificios.
Cerro: ¡Ah, tú quieres decir la cosa esa negra que pisan los coches!
Pakito: No, bueno, eso también es calle, pero yo iba por la cosa gris que bordea a la cosa negra que pisan los coches.
Cerro: Ah...
Pakito: Pues sí, iba por la cosa gris porque no quiero que me pisen los coches a mí.
Cerro: ¡Lógico!
Pakito: Sobre todo, porque hay muchos asesinos.
Cerro: ¡Uy, sí!
Pakito: Y si te atropellan, no sólo te matan, sino que encima les sale barato matarte.
Cerro: ¡Claro! No gastan ni una bala ni nada.
Pakito: Por eso. No conviene ponerlo fácil.
Cerro: Claro, claro.
Pakito: Bueno, pues voy yo por la calle, y me encuentro a un niño, y resulta que era el hijo de...
Cerro: ¿Hijo?
Pakito: Sí, digo que era el hijo de...
Cerro: Pero qué es un hijo.
Pakito: Hombre, un hijo es un tipo de niño.
Cerro: Ah...
Pakito: Es un niño al que uno tiene que cambiar los pañales, educar, y dar una sólida formación para que sea un hombre de provecho el día de mañana. Claro está, sólo si uno es su padre.
Cerro: Ah, pues haberlo dicho antes...
Pakito: Bueno, el caso es que un hijo es uno de esos niños que vienen de París...
Cerro: ¿De París?
Pakito: Sí, claro, le trae la cigüeña.
Cerro: Anda, qué maja. ¿Y le trae de París?
Pakito: Eso es.
Cerro: Entonces es un niño francés.
Pakito: Claro.
Cerro: O sea, un tipo pequeñito, y francés.
Pakito: Eso mismo.
Cerro: ¡Qué cosas!
Pakito: Bueno, el caso es que iba yo andando por la calle, y me encontré a un niño, que resulta que era el hijo de... ¡Bueno! Qué más da de quién fuera hijo.
Cerro: Eso digo yo.
Pakito: El caso es que le di una bofetada.
Cerro: Bien hecho. Por niño.
Pakito: Por niño.
Cerro: Por pequeñito.
Pakito: Eso, por pequeñito. Y si hubiera visto a su padre, el alcalde, a él también le hubiera caído una bofetada.
Cerro: ¡Eso! ¡Por alcalde!
Pakito: ¡Eso!
(Pausa)
Cerro: Jo, pues si te contara yo lo que me pasó el otro día...
Pakito: ¿Día?
Cerro: Sí, hombre, día, recuerda, la unidad de tiempo...
Pakito: ¡Ah, claro! Algo así como un siglo, ¿no?
Cerro: Sí, pero mucho más pequeño.
Pakito: Ah...
Cerro: Un siglo viene a ser un buen puñado de días...
Pakito: Ah, pues qué pequeñitos los días... vaya mierdecilla de unidad de tiempo.
Cerro: Sí, ya te digo: una caquita.
Pakito: Un truñín de tiempo.
Cerro: Eso. Bueno, el caso es que, como te decía, estaba yo comprando en el Día, cuando me encontré al alcalde, que me preguntó si había visto a su hijo.
Pakito: ¡Ah! ¿Y qué le dijiste?
Cerro: Le dije: Yo no, pero Pakito sí.
Pakito: Sorprendente.
Cerro: Sí. La vida te da sorpresas.
Pakito: Sorpresas te da la vida.
Cerro: ¡Ay Dios!
16 comentarios
Cerro -
Pablo -
-¿texto?
-Sí, una unidad de escrito
-¿Como una letra, algo así?
-Algo así pero mucho más grande. Como un puñado de letras
-¡Ah! ¿y quedan bonitas todas juntas?
-Estas sí, quedan de vicio.
Sois unos genios, cuenteros.
Comella -
lanuncavista -
La Curia Vaticana -
Cerro -
Pakito -
(está muy bien desinhibirse, pero eso ya serían ganas de hacer el ridículo juas juas juas)
lanuncavista -
lanuncavista -
Errata -
Cerro -
Te equivocas, sí lo había leído, esta mañana, en cuanto lo supiste, y me ha encantado (es casi mío), no te he dicho nada para que no se te suba a la cabeza.
Un abrazo Salsi, otro para Come y otro para mí.
Pakito 3 -
Pakito 2 -
Pakito -
Comella -
Comella tocandolaswebsunrato.com
:P
Un saludito niños :)* Smuakis
lanuncavista -
una sugerencia, se animarian a montar un show al estillo full monty??