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Los Cuenteros (contando cuentos desde 2004)

Pakito y Cerro crean una nueva corriente literaria

Pakito - Hola, Cerro.
Cerro - Hola, Paki.
Pakito - ¿Qué tal?
Cerro - Pues bien. Aquí…
Pakito - Aquí, ¿qué?
Cerro - Pues pensando.
Pakito - Ah, pensando. Y pensando, ¿qué?
Cerro - Pues pensando: a ver qué hago.
Pakito - ¿A ver qué haces?
Cerro - Eso.
Pakito - Pues fíjate qué casualidad…
Cerro - Dime, Pakito, dime. ¿Qué casualidad?
Pakito - Pues que yo también venía pensando…
Cerro - Ah, casualmente venías pensando…
Pakito - Sí, la casualidad es que venía pensando que…
Cerro - Ah, interesante. Venías pensando que.
Pakito - Sí, venía pensando que a ver qué hacíamos.
Cerro - ¿Nosotros?
Pakito - Nosotros.
Cerro - ¿Y qué hacemos?
Pakito - Como dijo Hamlet: that is the question. Escucha atentamente lo que he discurrido, según venía andando hasta aquí, desde allá. He pensado que otros, a nuestra edad, ya están iniciando corrientes literarias, mientras que nosotros seguimos aquí perdiendo el tiempo, con esta gente (señala al público).
(Pausa; Cerro contempla al público y se encoge de hombros)
Cerro - ¿Corrientes literarias, dices?
Pakito - Sí, escuelas, tendencias…
Cerro - Corrientes…
Pakito - No, escuelas y tendencias extraordinarias, para nada corrientes.
Cerro - Pues eso, secuelas y pendencias: corrientes.
Pakito - Eso, corrientes literarias. Como el surrealismo.
Cerro - Sí, y el dadaísmo.
Pakito - O el romanticismo, mismamente.
Cerro - Sí, o el clasicismo.
Pakito - También, también. ¿Qué pasa? Que alguien dice: esto es expresionismo, y claro…
Cerro - ...se empieza a hablar…
Pakito - …aquí…
Cerro - …allá…
Pakito - …del expresionismo, y pasa el tiempo y ¿qué sucede?
Cerro - ¿Eh? ¿qué?
Pakito - Que de pronto todo el mundo sabe lo que es el expresionismo.
Cerro - Yo no.
Pakito - Yo tampoco…
Cerro - …pero esa no es la cuestión.
Pakito - No. No es la cuestión.
Cerro - No. La cuestión es que ahí están.
Pakito - El surrealismo.
Cerro - El dadaísmo, el romanticismo, el clasicismo, el expresionismo…
Pakito - Todas esas corrientes.
Cerro - Todas inventadas ya.
Pakito - Inventadísimas. Para siempre jamás.
Cerro - Irremediablemente. Pero esa no es la cuestión.
Pakito - No, la cuestión es…
(Pausa)
Cerro - La cuestión es… (grandilocuente) que debemos crear una nueva corriente literaria.
Pakito - (pragmático) Que no sea ninguna de esas, que ya están inventadas.
Cerro - Precisamente.
Pakito - Si, esto de las corrientes viste mucho.
Cerro - Y es buen negocio.
Pakito - Sí. Sobre todo por la de productos que se pueden comercializar.
Cerro - Pues sí, vaya si hay gente que se ha forrado con la tontería.
Pakito - “Lavadoras pop-art”.
Cerro - “Detergente surrealista”.
Pakito - “Pañales barrocos”.
Cerro - Y más cosas.
Pakito - Muchas más.
Cerro - Pero nosotros… nosotros no lo hacemos por dinero.
Pakito - ¡No! No es nuestra intención forrarnos.
Cerro - Para nada, las cosas materiales me resbalan.
Pakito - ¡Y a mí! ¡Y a mí!
Cerro - (enfático) Debemos crear una corriente literaria.
Pakito - (entusiasta) Debemos.
Cerro (piensa un instante) - ¡Ya sé! Tengo una idea.
Pakito - (sorprendido) ¿Una idea? ¿Ya?
Cerro - Como lo oyes.
Pakito (aplaude) - ¡Bien! ¡Bien! ¡Cuéntame tu idea!
Cerro - Creemos... la escuela cómico-extraña.
Pakito (confundido) - ¿Cómo? ¿Eso es posible? ¿No acaba en “ismo”?
Cerro (duda un segundo) - Bueno. El cómico-extrañismo.
Pakito - ¡Admirable!
Cerro - Claro. Es mío.
Pakito - Es nuestro.
Cerro - Eso mismo digo.
Pakito - ¡Bien! ¡Excelente! Yo me adhiero al nuevo movimiento.
Cerro - Bienvenido.
Pakito - Gracias. ¿Y en qué consiste esto?
Cerro - ¿El qué?
Pakito - El cómico-extrañismo…
Cerro - ¡Ah! El cómico-extrañismo…
Pakito - Sí, la corriente literaria que acabamos de fundar.
Cerro - ¡Ah! La corriente que acabo de fundar.
Pakito - Eso mismo he dicho.
Cerro - Sí, bueno, pues el cómico-extrañismo es, como su propio nombre indica, de risas, y al mismo tiempo, como no deja de indicar su propio nombre, es raro.
Pakito - Comprendo…
Cerro - De esa manera, si la obra cómico-extraña hace gracia, bien… si no, al menos sorprende…
Pakito - ¿Y si no hace gracia ni sorprende?
Cerro - Entonces tiene la virtud de que pertenece a una escuela, una escuela que estamos inventando. Una escuela ya inventada, como todas esas otras que decíamos antes… Eso da mucho lustre a una obra.
Pakito - ¡Y que lo digas!
Cerro - Bien… Sigo. La obra cómico-extraña debe cumplir ciertos requisitos.
Pakito - ¡Por supuesto! Si no, ¿cómo podríamos distinguirla de la obra que no pertenece a esta corriente literaria que hemos abrazado?
Cerro - Eso, ¿cómo?
Pakito - Pues jodidamente.
Cerro - Esa es la cuestión. Cualquier obra, para ser llamada cómico-extraña debe cumplir una regla fundamental. A saber… (pausa, Cerro mira a su alrededor con gesto misterioso) debe tratar de temas y situaciones cómico-extrañas.
Pakito - Eso es muy lógico.
Cerro - (inspirado) Debe explorar el lado cómico-extraño de la realidad.
Pakito - Bien visto, eso.
Cerro - (más inspirado) El cómico-extrañismo es sólo una reacción particularísima, personal e intransferible, ante el espectáculo del universo, y no pretende ser más…
Pakito (poco emocionado) - ¡Ah!
Cerro - (inspiradísimo) El cómico-extrañismo es un universo. No puede ser menos.
Pakito - Claro, claro. Y trata de las cosas cómico-extrañas.
Cerro - Eso mismo.
Pakito - Esas cosas…
Cerro - Sí… esas mismas.
(Pausa)
Pakito - Oye, Cerro. Que algo no me queda claro.
Cerro - Pregunta, Pakito, no te cortes.
Pakito - (rascándose la cabeza) Pues que no tengo muy claro cuáles son las cosas cómico-extrañas. Si pudieras poner algún ejemplo…
Cerro - Bueno… (piensa) por ejemplo, el Congreso de los Diputados, con sus leones que son cañones fundidos.
Pakito - (piensa un instante) ¡Ah! Creo que ahora comprendo.
Cerro - ¿Sí? A ver, pon tú un ejemplo.
Pakito - Pues, por ejemplo, cómico-extraño es cuando tiras de una puerta en la que pone “Empuje”.
Cerro - ¡Sorprendente! Lo has captado a la perfección. Y a la primera.
Pakito - Es que tenemos muy buena comunicación.
Cerro - No. Lo que tenemos es un guión.
Pakito - ¿Un guión? ¿Tenemos un guión?
Cerro - ¿No lo sabías, alcornoque?
Pakito - (negando con la cabeza) No, no, no, no, no, no…
Cerro - Bueno, no te preocupes, sigamos, de momento lo estás haciendo bien. ¿Se te ocurre algún otro ejemplo de cosa cómico-extraña?
Pakito - Sí. Una corbata que vi el otro día en una tienda…
Cerro - ¿La amarilla?
Pakito - Sí, pero cómo lo sabes, si no estabas.
Cerro - Es que esa corbata es total e indudablemente cómico-extraña.
Pakito - Lo es. ¿Algo más?
Cerro - El alma humana.
Pakito - Definitivamente el alma humana. Y los peces en la pescadería, entre el hielo.
Cerro - Joder, qué frío.
Pakito - Esos pescados, que te miran como con pena.
Cerro - Pero luego te los comes igual.
Pakito - Por supuesto. Y los tigres Robertos que comen niños (humanos).
Cerro - La noche suele ser cómico-extraña, pero sólo a veces.
Pakito - Y, por extensión, de vez en cuando la luna, y los conceptos abstractos.
Cerro - Eso. Y los médicoforenses que hablan con sus pacientes.
(AMPLIAR. MÁS EJEMPLOS bueno, si se quiere)
Pakito - Y los gerundios.
Cerro - (extrañado) ¿Los gerundios?
Pakito - Bueno. Los gerundios no, pero sí los participios.
Cerro - ¡Ahhhhhhhhh! Claro. Es que no es lo mismo.
Pakito - Vas a tener razón.
Cerro - Claro, para algo he fundado una nueva escuela literaria. Soy la hostia.
Pakito - Hemos fundado.
Cerro - Eso mismo. Hemos fundado.
Pakito - Somos la hostia.
Cerro - Sí, sí, somos la hostia.
Pakito - Y cómico-extraños.
Cerro - Y cómico-extrañistas.
Pakito - Y cuenteros.
Cerro - Y que lo digas.
Pakito - Pues sí.
Cerro - ¿Tú crees?
Pakito - Sí… ¿no?
Cerro - Vale. Por qué no. (Pausa) Bueno, debo de irme. Ha sido un placer. Un honor.
Pakito - Lo mismo digo.
Cerro - Hasta luego, Pakito.
Pakito - Hasta luego, Cerro.

2 comentarios

letras -

mierda q
coño es esto
ah??son idiotas los q icieron esto
de veras....

lupita -

bofo
pin... mamadas